Metodología

Contamos con una amplia experiencia en la educación y comunicación canina, en continua formación e incorporando dentro de nuestros programas de educación técnicas de gestión emocional y terapias naturales como complemento para crear o restablecer un correcto equilibrio emocional, tanto en el perro como en el núcleo familiar.

En nuestro programa de educación un factor determinante está en la desaprobación de cualquier castigo tanto a nivel físico como emocional.

Saber observar, leer, escuchar y sentir al perro es prioritario para poder comunicarnos desde el respeto, la coherencia y la empatía.

En muchas ocasiones algunos comportamientos o conductas que podemos identificar como no naturales son precisamente una señal de que probablemente estamos ante un desequilibrio emocional, casi siempre producido por unos niveles de estrés altos, por lo que debemos profundizar en los motivos que lo producen y llegar a su origen para poder aplicar correctamente la terapia.

Dicha terapia o educación bajo nuestra filosofía y forma de aplicar el trabajo nos diferencia con respecto a otras técnicas o formas de conseguir los objetivos, que éstos pasan por realizar exclusivamente trabajos conductuales, desde la parte final de esas conductas o comportamientos sin tener en cuenta las emociones y niveles de estrés de los perros.

Nuestro objetivo es profundizar primero en el origen de dichas conductas o comportamientos alterados, para detectar dicho desequilibrio emocional y sin entrar en trabajo conductual en un principio, lo cual nos permite reducir y equilibrar los niveles sin una manipulación directa y de forma paralela dar paso a introducir, entonces sí, trabajo conductual desde la calma y formación a los propietarios.

No debemos de olvidar que nuestras queridas mascotas son seres totalmente dependientes de nosotros. Algunos comportamientos o conductas en nuestros amigos pueden tener relación con nosotros mismos a través del efecto espejo, nuestras creencias, nuestra manera de educar, actuar o gestionar distintas situaciones. Esto influye directamente sobre ellos, por lo que ser conscientes de ello, obtener la formación y la propia implicación del guía y núcleo familiar va a ser determinante para alcanzar los objetivos deseados.

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Para que nuestro programa de educación sea efectivo y duradero hay que provocar cambios efectivos y duraderos en las personas que conviven con el perro, en la forma de relacionarse y comunicarse con él. Realizar este trabajo significa formarse y prepararse para una gestión emocional correcta, estando acompañado en todo momento por el educador y terapeuta emocional.

Las sesiones individuales o en grupo dan muy buenos resultados, ayudándonos a crear cambios efectivos y duraderos en las familias y sus mascotas para llegar a una comunicación humana-canina de calidad y mantenerla de por vida.

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